¿QUÉ ES UN HECHIZO?

¿QUÉ ES UN HECHIZO?

Algunos practicantes dicen que un hechizo es como una oración, pero aunque en ambos estamos revelando nuestros deseos al universo, las semejanzas terminan ahí. Cuando uno ora le está pidiendo a Dios que lo ayude a lograr un objetivo. Cuando hace un hechizo está diciéndole al universo que piensa producir un cambio y está poniendo en marcha la energía para lograr este fin. Puede pedir ayuda de un dios o diosa en su hechizo, pero es usted quien hace el trabajo y mueve la energía para lograr el cambio deseado.
Un hechizo es una serie de acciones realizadas en una secuencia específica para manifestar un propósito. Es como la receta para producir un cambio y sus ingredientes son las velas, hierbas, aceites y los procedimientos incluyen visualización, gestos, cantos, baile o movimiento, meditación, invocación y concentración.
Un formato de hechizo básico es crear un espacio ritual, formular el propósito, visualizar el objetivo, acumular energía, transmitir la energía al objetivo, descargar la energía extra y cerrar el ritual. Cuando realizas un hechizo estas trabajando con el poder y los patrones energéticos de la naturaleza. Los hechizos usualmente tienen un ponente hablado, donde la persona expone su propósito. A menudo se hace con rima, porque a muchas personas se les facilita memorizarla y si se trabaja en grupo, es más fácil decir juntos las palabras.
Las rimas son útiles también porque pueden cantarse una y otra vez para acumular energía. Sin embargo, como pasa con la evocación de direcciones y las invocaciones, los hechizos no tienen que rimar para funcionar, y si siente que cantar las rimas no le funciona por alguna razón externa, es mejor que diga su propósito de manera clara y concisa, Después de todo, la idea es hacer su voluntad. El hechizo de los wiccanos también producen energía para dirigirla al objetivo del mismo. Hay innumerables técnicas para generar energía. Unas de las más comunes son palmear, bailar y cantar, iniciando de manera lenta y aumentando poco a poco la velocidad de intensidad.
 Cuando la energía se está acumulando muchas personas la visualizan tomando la forma de un cono que llaman cono de poder, tu cono usualmente es centrado sobre el aliar, si se utiliza uno, o centrado en el círculo. Cuando el cono ha alcanzado su punto máximo, quien hace el hechizo lo libera para que la energía ponga en marcha su propósito. Para hacer magia de modo eficaz es importante entender las correspondencias mágicas.
Estas se refieren a cosas que van con otras cosas, tienen cualidades similares o energía igual. Y hay un concepto mágico básico: lo semejante atrae a lo semejante.
La idea es que las cosas semejantes están unidas energéticamente, incluir una en un hechizo puede atraer a la otra. Por ejemplo, usar velas verdes (el color del dólar estadounidense) en un hechizo para dinero u objetos con forma de corazón en un hechizo de amor. Recuerde que las correspondencias muchas veces son subjetivas, en especial las de los colores. Por ejemplo, usted podría asociar el rojo con la salud por ser el color de la sangre y la vitalidad, mientras que otra persona asociaría el blanco con la salud debido a su relación con la limpieza y la pureza.

 ¿Quién tiene razón?

 Hasta cierto punto, quien haga la magia es el que tiene razón. Si el blanco es el color que le funciona, que parece alinearse con su propósito y lo ayuda a visualizar su objetivo entonces es el color correcto. Las correspondencias astrológicas y de hierbas tienden a ser menos subjetivas {aunque también ahí hay sutilezas).

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